Este pepino «feo» del supermercado de mi barrio no acabó en ninguna ensalada.
Este caso del pepino feo, me trae a colación este artículo sobre el valor de la comida y de lo poco concienciados que estamos. Así pues, después de documentarme al respecto veo que es un asunto de gran calado, del que se llevan apenas siete años concienciando desde las administraciones y está casi todo por hacer.
Según la FAO (2011), la cifra el desperdicio alimentario mundial es de 1300 millones de kilos en un año, es decir un tercio de la producción anual. Esta cantidad de alimentos despilfarrada, supone millones de toneladas de CO2 vertidas a la atmósfera, consumo de agua, tierras de cultivo y pasto… desperdiciados. Se estima que se consumen 250 km3 de uso de agua lo que equivale a 75 veces el consumo de agua en España en 2011 para producir esos 1300 millones de kilos de comida despilfarrada. Unas cifras estás muy llamativas, que además unidas a la previsión de aumento de la población mundial nos obligan a actuar pues los recursos naturales son cada vez más limitados y una reducción de los desperdicios es una de las soluciones al reto de alimentar a una población mundial creciente (Fuente Estrategias “Más alimento, menos desperdicio” Memoria 2014 del MAPAMA).

¿DÓNDE HAY PÉRDIDAS Y DESPERDICIOS DE COMIDA A LO LARGO DE LA CADENA DE DISTRIBUCIÓN?
En este gráfico se observa dónde se producen los desperdicios. es muy curioso como cambian en función del nivel de desarrollo de la zona. Así, en países con poco acceso a la electricidad y bajo niveles de desarrollo, la mayor parte de los desperdicios se dan en la fase de la producción y distribución de alimentos. Tenemos la idea de que países africanos no producen alimentos y en realidad es que tienen pocos medios para luchar contra las plagas y una vez cosechada pocos medios para conservarla. Ejemplos de éstos suelen aparecen en prensa: ingenios de secadores de alimentos para poder conservar los alimentos de la cosecha y así poder usarlos en los meses posteriores ó de cómo tener neveras low cost para alargar la vida de los alimentos.
Sin embargo en los países industrializados, los desperdicios se dan principalmente por parte del consumidor con tasas superiores al 50% en EEUU y EU. La Unión Europea, estima que cada habitante desperdicia a la semana medio kilo de alimento en perfecto estado para su consumo. Es evidente que existe una falta de planificación y una falta de conciencia sobre las implicaciones económicas y medioambientales que esto supone.
Actualmente la población mundial es de 7.800 millones de personas y se estima que para 2050 la cifra llegue a 10.000 millones. Así que, se tienen que buscar soluciones medioambientalmente sostenibles para alimentar a toda la población, por lo que la reducción desperdicios es clave para ello.
¿CÓMO REDUCIR ESTAS PÉRDIDAS?
Existen campañas a nivel europeo «STOP FOOD WASTE» y también a nivel nacional con un catálogo de iniciativas en todas los niveles de la cadena de alimentos, de las que me gustaría destacar las siguientes:
Es una organización que da salida a los excedentes donados por los productores elaborando alimentos de alto valor nutritivo ideado para ser utilizados en zonas con hambruna; los cuales tienen un embalaje sencillo de fácil conservación, para facilitar su distribución.
Es una organización sin ánimo de lucro que convierte las frutas y verduras «feas» en alimentos de calidad y que además, tienen una función integradora empleando a personas en situación vulnerable.
FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE BANCOS DE ALIMENTOS
En España existe un banco de alimentos que se surte de las donaciones de distintas empresas productoras de alimentos, cadenas de distribución como supermercados y donaciones privadas.
INICIATIVAS DE DISTRIBUIDORES
Cada vez hay más cadenas de supermercados que implementan alguna estrategia para reducir la cantidad de alimentos en buen estado para su consumo pero que tienen que retirar de sus lineales. Algunas hacen donativos a los bancos de alimentos y otras aplican políticas de descuentos los días previos a su fecha de caducidad. Llegados a este punto, hacemos un inciso para decir que la fecha de caducidad no es un dato fijo y no necesariamente indica que el alimento de degrade a partir de dicha fecha, por ello en breve aparecerá nueva normativa al respecto.
En Francia desde 2016, los supermercados pueden almacenar comida de buena calidad que se acerque a su fecha de caducidad. En su lugar, firmarán convenios de colaboración con organizaciones benéficas. Tampoco podrán destruir deliberadamente los desperdicios que echan a la basura para que se puedan recoger, lo que podría suponer algún riesgo para la salud. Todos los supermercados de más de 400 metros cuadrados están obligados a suscribir un acuerdo de donación de aquellos alimentos con fecha próxima a su consumo.
RESTAURANTES Y ESTABLECIMIENTOS DE COMIDA PARA LLEVAR
Cada vez es más habitual que los propios restauradores nos preparen los restos de comida para llevar a casa y son diversas las campañas en los medios de comunicación presentadas por prestigiosos cociner@s para el buen aprovechamiento de los alimentos.
También hay aplicaciones para móviles que posibilitan la venta de raciones de comida de establecimientos por geolocalización, así estos pueden dar salida a cierta hora de las raciones que tienen a un menor coste: NI LAS MIGAS, TOO GOOD TO GO, WE SAVE EAT entre otras.
CADENAS CORTAS DE DISTRIBUCIÓN
Otra de las soluciones que se plantean para combatir el desperdicio alimentario, son los canales cortos de distribución. Una cercanía entre productores y consumidores, además de reducir las posibles pérdidas en las operaciones de transporte, manejo y conservación también es beneficiosa para que tanto productores como consumidores obtengan unos precios más justos y además, que los consumidores tengamos la certeza de son productos producidos bajo un marco legislativo garantista con la seguridad alimentaria nos garantiza. En algunas comunidades autónomas ya se ha regulado esta práctica. Aunque esto se ha hecho desde siempre en zonas rurales y ahora con la nuevas tecnologías también se pueden encontrar sitios web y aplicaciones para hacer compra online de estos productos o bien, aunque no me parecen muy utilizadas por el momento. Buscando he encontrado esta, que os recomiendo esta: www.aragonentucesta.es.
Usemos nuestro poder como consumidores para conseguir un modelo de producción más sostenible. Cada una de nuestras acciones cuenta
En un mundo de recursos limitados deberíamos repensar cómo hacer más eficiente cada insumo que gastamos, pues con cada producto de consumo que compramos afianzamos o forzamos al cambio de un sistema de producción, distribución y venta. Sobre nosotros los consumidores recae la posibilidad de modificar o mantener, el qué y cómo se producen los alimentos.
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